viernes, 5 de noviembre de 2010

LA HORA SIN SOMBRA

" A veces, si ando muy caido, si pienso en lo lejos que estoy de mí mismo el sumbido empeora. Vivimos esperando algo grandioso y eso nos mantiene en pie. El ruido en la oreja es tan persistente que apenas puedo pensar en lo que hago. Como dirìa Lois Ferdinald Celine: para dormir hace falta optimismo. ¡puf!... es odioso hablar de uno mismo, pero bueno, de tanto en tanto... Apenas puedo dormir por instantes. Me las arreglo con mi ruido de orejas... los escucho convertirse en tambores... orquesta completa... estación de carga... si usted se mueve en el colchón, si da una pequeña señal de impaciencia, está perdido, se vuelve loco... Resiste acostado y después de varias horas llega a un brebe instante de somnolencia... Entonces hay que esperar que todos los trenes se junten, se bifurquen, silbe ...n... He perdido los pelos de tanto empujar contra la almohada. Le decía que para dormir hace falta optimismo... para los hombres en mi situación los trenes nunca dejarán de silbar"